1984, George Orwell
George Orwell, polémico escritor, critico de la sociedad. Sus puntos de vista no
son aceptados en todo el mundo al grado que sus libros, tanto 1984 como rebelión
en la granja, son prohibidos en ciertas partes de Estados Unidos de América
debido a su contenido que puede llegar a ser visto como políticamente incorrecto.
La proyección sistemática que nos brinda en su novela 1984 nos indica las
consecuencias de perseguir dogmas, un panorama que lamentablemente está
vigente en América latina con casos extremos como es la extrema izquierda de
Venezuela a cargo del dictador Nicolas Maduro y la extrema derecha en Brasil
dirigida por Jair Bolsonaro, que si bien es cierto lleva muy poco en su gobierno y
aun no se ven consecuencias de esta “ideología” la realidad es que el efecto
péndulo de políticas y los extremos no conllevan buenos resultados. Anteriormente
igual la Cuba de Fidel Castro y Chile de Augusto Pinochet.
Al igual de perseguir dogmas, nos enseña los riesgos del fanatismo y de carecer
de un sentido crítico propio, la imposición de pensamiento, los peligros del
populismo que en este caso se va al extremo con las políticas establecidas del
gran hermano. Al mostrarnos un sometimiento de una sociedad de tal forma
resulta imposible pensar ese escenario cuando la realidad es que existió, aún
existe y si no se hace algo para evitarlo como, por ejemplo, en mi opinión, educar
a la población seguirán existiendo. ¿a qué me refiero con educar a la población?
Puede parecer sencillo y básico, pero no lo es, me explico; cuando tienes a una
población educada esta genera a manera de individuo pensamiento crítico,
pensamientos deducidos a partir de lo que percibe, de ahí podemos lograr que esa
perspectiva del “líder” político mesiánico como es el caso del gran hermano en la
novela y de los mencionados anteriormente, desaparezca.
Ahora bien, cuando tenemos una sociedad rica en educación se entenderán los
alcances de un político, se sabrá identificar el discurso de un charlatán,
probablemente (en caso individual) ayude a desaparecer barreras mentales, pero
el mayor beneficio que se pudiera obtener de este proyecto de sociedad educada
es la verdadera libertad.
Hablemos un poco del sometimiento, el buen Winston, descubre los abusos y
alcances del gran hermano a través de la historia, ¿Cuál es el final? El sistema
somete totalmente a Winston eliminando sus ideales de libertad. Esto nos indica la
represión que se vive en un panorama como este, las intelectualidades del
individuo desaparecen a raíz de la imposición del pensamiento al grado que la
mente se vuelve una prisión, entonces concluimos que el alcance del líder
mesiánico sobrepasa lo material, individual, hasta la propia razón.
Lo lamentable es que no solamente este tipo de oligofrénicos se encuentran en la
política, se encuentran siempre en nuestra vida cotidiana, muchas veces
disfrazados de amigos, quizá de familia, seguramente de religión. Factores como
la pobreza económica por mencionar alguno, son clave para que este tipo de
falsos lideres entre en tu vida.
El ser humano, en su distinción de otras especies, tiene la facultad de pensar, por
lo tanto, se puede cuestionar todo, tiene que aceptar lo desconocido, generar
conclusiones, pero todo esto no sucede, debido a que pocas personas lo hacen.
Entonces se concluye que es muy fácil caer en manos de un falso líder.
En palabras del politólogo Antonio Sola: “las ideologías son el pan de hoy y el
hambre de mañana. La mejor solución es ser objetivo al momento de escuchar los
millones de promesas, saber que solamente el trabajo inteligente da frutos y
otorga libertades, saber que las cosas gratis son peligrosas y mas aun si las
otorga un organismo como el gobierno.
Desarrollemos criterio, raciocinio, sentido común, cuestionamiento de ideales tanto
sociales como naturales ya que solo de esta forma, evitaremos a los “gran
hermano” de todo el mundo.
